Lichen

reflexiones orgánicas

por ahí de octubre

mientras como, pienso en todas las células, humanas y no, que me conforman, que entran en acción o que no han dejado de estarlo, para tomar este alimento, materia orgánica, descomponerlo para (re)construir, recuperar, cuidar, mantener en pie a esta entidad que suelo llamar “yo”.

pienso entonces en mis “crisis de identidad” y noto que, si bien son interesantes como resultado emergente, no tienen cabida en realidad cuando se contempla, contemplo, autocontemplamos, la maravilla de lo complejo.

un julio después

¿qué dicen las olas respecto a conflictos de identidades múltiples en la red?

como siempre, no está mal reírse un tanto más.

cicatrices de paranoia y del no me encuentren, refugios de los impulsos de autodestrucción.

aquí estoy, siempre a tiempo de florecer.

uno más tarde

tiempos de conectar y convivir,
de ocupar y compartir espacio,
darnos las manos, patas, y más,
y bailar, y bailar